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Tanteyate Beto Granados!! La jungla de los números. Por Jorge Chávez Mijares

  • locurascuerdas1
  • 17 sept
  • 3 Min. de lectura

Tanteyate Beto Granados!! La jungla de los números.

Por Jorge Chávez Mijares.

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Apreciado lector, sé que el informe del jovencito alcalde Alberto Granados fue el sábado 6 de septiembre y que ya pasaron casi dos semanas, pero no le había dado la importancia por considerarlo un alcalde banal. Finalmente, decidí analizarlo milimétricamente y me encontré con un dato que parecía una insospechada e inmensa hipérbole. No lo dijo él de viva voz, sino que apareció en el video número 14 de los que se fueron proyectando a lo largo de su informe, un desfile audiovisual que más bien parecía clase de preparatoria con diapositivas y gráficas intermitentes.

En ese video, con solemnidad de documental mal narrado, se afirmaba que se habían eliminado 2.5 millones de metros cuadrados de maleza, equivalentes a 250 hectáreas.

Querido lector, lo escuché y por un instante imaginé que en lugar de Matamoros hablaban del Amazonas, y que nuestro terruño fronterizo se había convertido en selva tropical.

Confieso, con tono de mea culpa, que mi ignorancia en cuestiones de medidas es más grande que mi conocimiento. Soy de esos que todavía calculan el espacio por canchas de fútbol o por cuadras de barrio, y por eso me pregunté si de veras cabían tantas hectáreas de maleza en la ciudad o si estábamos escuchando, más que cifras, una novela de aventuras.

Sesudo y sapiente lector, doscientas cincuenta hectáreas suenan a epopeya verde, a machetes destellando contra lianas y a cuadrillas enteras perdidas en un laberinto vegetal donde ni Tarzán se atrevería a columpiarse. En el relato audiovisual, Matamoros dejó de ser ciudad para transformarse en un vasto tapiz de selva urbana, con jaguares escondidos en los baldíos de la Lauro Villar y serpientes anidando en los camellones de la División del Norte. Me recordó al Piporro diciendo al jovencito alcalde Granados: Tanteyate Granados!!!

El jovencito alcalde, convertido en protagonista involuntario de la narrativa, parecía reclamar la gloria de un explorador de ultramar, como si cada metro desmalezado fuera un acto heroico digno de figurar en los anales de la historia municipal. Pero, querido y perspicaz lector, la aritmética tiene la incómoda costumbre de despojar al discurso de su lirismo: esas 250 hectáreas equivalen a limpiar colonias enteras, barrios completos, casi el dos y medio por ciento de toda la mancha urbana de Matamoros. Mucho más que la maleza del bordo.

Me invade la pregunta: ¿Fue posible semejante hazaña? Tal vez sí en la geografía paralela donde los informes se escriben con brocha gorda y los números se convierten en machetazos. En la realidad, lo que probablemente vimos fue la multiplicación de metros en la calculadora, una jungla de cifras donde la vegetación crece más rápido que la credibilidad.

Así, mientras en la pantalla del informe se arrasaron hectáreas y hectáreas, en las calles aún florece la maleza de siempre, esa que ningún video logra ocultar. La diferencia es que, en el discurso, el alcalde se erige como el gran desbrozador de Matamoros, el domador de la selva municipal, el machetero épico de las estadísticas.

Querido y dilecto lector, uno se pregunta: si así maneja sus cuentas de maleza, ya podremos suponer cómo maneja sus índices de aprobación en las encuestas: selvas de números inflados donde la popularidad crece como bejuco, enredándose hasta ahorcar la realidad.

Van 152 días y la Visa sigue en casa.

El tiempo hablará.

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