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Opinión de Locuras Cuerdas.. Las obras urbanas de Carlos Peña.

  • locurascuerdas1
  • 25 nov 2024
  • 4 Min. de lectura

Opinión de Locuras Cuerdas, Las obras urbanas de Carlos Peña.

por Jorge Chávez


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A lo largo de la Historia las grandes obras urbanas que transforman ciudades a largo plazo y que no son de relumbrón implican planeación, tiempo de construcción e incluso retrasos y si a esos proyectos de desarrollo urbano le agregamos un entorno con una "visión aldeana" bien podríamos estar hablando de algunos ciudadanos o políticos que desconocen la Historia de la magna arquitectura.

En alguna ocasión leí al periodista German Dehesa, reconocido por su aguda crítica social y su estilo humorístico, mencionar que una visión aldeana es un concepto que describe una perspectiva limitada y reducida que proyectaba burdamente la pobre educación o mala intención a quienes la padecían con sus opiniones. Querámoslo o no la visión aldeana está asociada con la falta de exposición a ideas, culturas o conocimientos más amplios.

Sesudo lector, a riesgo de parecer clasistas, me refiero a Dehesa y a mí, que tal vez él lo era y tal vez yo lo soy; el término se relaciona con la idea de una persona o comunidad que vive en un entorno pequeño y cerrado, como una aldea, donde las experiencias, tradiciones y modos de pensar son homogéneos, además de que se priorizan exclusivamente los problemas, costumbres y necesidades inmediatas de esa comunidad sin tomar en cuenta los planes a largo plazo y con una grosera y pertinaz resistencia al cambio.

Hoy en día, hay quienes critican al alcalde Carlos Peña porque se animó a mejorar el rostro urbano de Reynosa, un proyecto que requiere de tiempo y de la mentalización de los reynosenses a tener paciencia por los contratiempos que una obra de esta dimensión obligadamente ocasiona, entendiendo la estulta idea de que lo mas cómodo es dejar las cosas como están que no es lo más inteligente. Conozcamos la Historia de algunos audaces planes de mejora en el rostro urbano de las grandes urbes, valga la redundancia.

La Avenida de los Campos Elíseos, que me gusta más su fonética en francés, Champs-Élysées en París tiene una historia que nos puede ilustrar mucho y que se remonta al siglo 17.

Ubica querido lector que fue diseñada originalmente en 1667 por André Le Nôtre, el renombrado paisajista de Luis XIV, como una extensión del Jardín de las Tullerías y en 1709, se le dio el nombre de "Champs-Élysées", inspirado en los Campos Elíseos de la mitología griega, un lugar de descanso para los héroes y virtuosos; los franceses no tienen petróleo pero tienen grandes ideas.

Su desarrollo como una avenida prominente comenzó en 1724, cuando fue ampliada y alineada para conectarla con la Plaza de la Estrella (actual Place Charles de Gaulle, donde está el Arco de Triunfo de 152 escalones para subir al museo militar de Napoleón.

Y a continuación, querido lector, te brindo un dato muy revelador, aunque el diseño inicial se implementó en pocos años, la avenida como la conocemos hoy fue resultado de un proceso de transformación que duró más de 150 años que contó con la vital paciencia de los parisinos de la época.

Posteriormente, bajo el reinado de Napoleón III y la dirección del barón Haussmann, la avenida fue renovada y modernizada para convertirse en un ícono de la ciudad, integrándose al rediseño urbano de París puliendo los espacios públicos y agrandándolo todo, entendiendo la idea napoleónica de que los inteligentes y grandes espacios, agrandan las ideas de sus ciudadanos o contribuyen a hacerlos más inteligentes.

La transformación de los Champs-Élysées se completó esencialmente en el siglo 19, convirtiéndose en un símbolo cultural, comercial y turístico. Hoy mide cerca de 1.9 kilómetros y es famosa por sus boutiques, teatros y eventos emblemáticos como el desfile del Día de la Bastilla y la llegada del Tour de Francia.

Querido y dilecto lector, si sumamos las principales fases, se podría decir que el desarrollo básico de ésta emblemática avenida, desde su concepción en 1667 hasta convertirse en la gran avenida que conocemos hoy, tomó cerca de 200 años, con períodos de transformación clave en los siglos 17, 18 y 19.

Más localmente el gobernador Alfonso Martínez Domínguez planeó y concibió a principios de la década de 1980 la construcción de la Macroplaza en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. La idea fue transformar el centro histórico en un espacio más funcional y atractivo para los ciudadanos. Los trabajos comenzaron oficialmente en 1982 y su construcción tomó aproximadamente 2 años, ya que la Macroplaza fue inaugurada en 1984.

Este ambicioso proyecto urbano que no estuvo exento de controversias y problemas, tanto políticos como sociales transformó el paisaje urbano de Monterrey y si bien estos problemas generaron resistencia durante la construcción, la Macroplaza se convirtió en un ícono de Monterrey.

Por último, el alcalde de San Pedro Garza García en el trienio pasado, Miguel Treviño, inició la remodelación del Centrito Valle en noviembre de 2022. Un ambicioso proyecto de regeneración urbana al cual no falto el descontento de algunos ciudadanos por los contratiempos que generó en la vida cotidiana de los sanpetrinos, se concluyó en agosto del 2024.

Hoy en día, tanto Champs-Élysées en París, la Macroplaza en Monterrey y el Centrito Valle en San Pedro Garza García son orgullo urbano de propios y extraños. Esperemos que Reynosa se una a este selecto grupo que entendió que las grandes obras requieren tiempo, paciencia y visión a largo plazo.

El tiempo hablará.

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