Martín SifuentesOnline. CORRUPCIÓN Y ESCASEZ DE MEDICINAS, UN COHETE QUE PUEDE ESTALLAR
- locurascuerdas1
- 24 nov
- 3 Min. de lectura
·nov 23, 2025.
CORRUPCIÓN Y ESCASEZ DE MEDICINAS, UN COHETE QUE PUEDE ESTALLAR

Es más que evidente el profundo enfado social recorre México. Por todo el país se escuchan voces que denuncian lo que muchos consideran una falla sistémica: la incapacidad del gobierno para garantizar que haya medicamentos y frenar la corrupción en ese rubro.
El descontento crece, y con él, la sensación de que las autoridades no están haciendo lo suficiente, o no quieren hacerlo.
En la esencia de este enojo, está una demanda urgente y dolorosa: Que haya medicinas en los hospitales públicos, que ya no haya más mentiras como aquella de la “mega farmacia” del Bienestar.
Y ya población ha empezado a romper el silencio sobre la corrupción estructural. En su discurso de defensa, la presidenta Claudia Sheinbaum ha acusado a “alguien” de actuar para desviar la licitación de medicamentos, lo que provocó su suspensión. Pero para muchos ciudadanos, estas explicaciones ya no son suficientes: lo que piden es transparencia real, rendición de cuentas y sanciones ejemplares.
Para un sector creciente de la población, la corrupción ya no es una acusación abstracta, sino una de las causas que explican por qué los problemas de salud no mejoran: el mal uso de fondos, el desvío en compras públicas y la opacidad en los procesos de contratación.
El sistema de salud pública ha sido otro frente de protesta significativo. Médicos, enfermeras y otros trabajadores del sector salud han denunciado la escasez persistente de medicamentos e insumos en hospitales por todo el país.
En cualquier hospital o clínica pública del país el personal médico trabaja en medio de un enorme descontento por la falta de medicinas y la precariedad en las condiciones laborales.
Al mismo tiempo, informes de gobierno y de la misma sociedad civil revelan cifras alarmantes: millones de recetas médicas no se han podido surtir.
El desabasto médico no solo genera frustración, sino miedo: para muchas familias, no tener acceso a un tratamiento no es solo inconveniente, sino una cuestión de vida o muerte.
La escasez de medicamentos tiene múltiples impactos negativos, como la Interrupción del tratamiento, especialmente para enfermedades crónicas.
La falta de acceso a medicamentos vitales genera una serie de emociones negativas intensas, como enojo, frustración, ansiedad y desesperación.
Los pacientes y sus familias a menudo se ven obligados a buscar alternativas más caras en farmacias privadas, desestabilizando su seguridad financiera.
Ante este panorama desolador ya no debe haber espacio para excusas superficiales. Las demandas se vuelven cada vez más claras y más urgentes:
1.- Transparencia total en la contratación pública y denuncia de la corrupción
2.- Suministro inmediato y confiable de medicinas y materiales médicos.
3.- Autoridades que rindan cuentas y no solo promesas.
El desafío para el gobierno es mayúsculo. Si no consigue responder a estas demandas con soluciones efectivas, la ola de protestas podría profundizarse. Más aún, existe el riesgo de que crezca un sentimiento de abandono: ciudadanos que sienten que sus vidas valen menos que un presupuesto mal administrado, o que su salud depende más de la suerte que del sistema.
Para muchos mexicanos, este no es un grito pasajero, sino un punto de inflexión: un momento para exigir que sus autoridades cumplan —no solo con discursos, sino con hechos tangibles.
La crisis sanitaria que vive México aflora como dolorosa realidad que han empujado a miles a exigir un cambio real. Y en esa exigencia hay algo muy poderoso: La sociedad no solo quiere promesas, quiere resultados.








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